No, no me gusta que me abracen.
Siento como algo se derrumba en mi interior
y el corazón bombea sangre más deprisa,
como los músculos se relajan
y los párpados se cierran,
como la respiración se vuelve más palpable,
más lenta y pesada,
como soy vulnerable y frágil a cualquier tipo de acción
por parte de la otra persona.
No, no me gusta que me abracen.
Eso significaría que he cedido
a la necesidad emocional de compartir mi carne,
de darle significado a mi soledad,
a mi vacío,
de compartir los restos de un abandono
que siempre termina llegando,
por mucho que el amor
llame a mi puerta.
No, n
En su sangre encontré
tres
veces lo que prometiste
a tus bancos
en su sangre encontré orejas
que escuchaban a los
que no podían hablar
en su sangre encontré
un freno de mano
y
dos pulseras
y
dos caramelos
de leche
y
sal de mar
y
el canto de una mamá
mientras el teléfono
marca
yo estrujo el paño
y veo la sangre
correr
mano abajo
al mismo tiempo
ingrata y curtida
no necesito ni culpa
ni preguntas retóricas
para conocer esta necesidad
que también es un pájarito
que también es un cariño
sin puerto
y el perdón a todos tus conv
Es el perro el que me despierta, no ella. Supongo que es tarde, que el niño está en el jardín y que todo sigue andando. Me aferro a la almohada, no sé que espero, pero lo hago durante casi una hora. No es culpa, es caña, me digo. La escucho moverse ahí abajo, en la cocina, reptando entre las cajoneras. Quiero bajar, pero pienso en lo que sigue, en la ceremonia de lágrimas y de mocos que se va a armar. Pienso en que diré algo nuevo. Pero a mi vuelve la rabia, es que odio sus palabritas de dolor, sus amenazas, que invoque a su padre muerto, o a sus hermanos vivos. Me violentan sus oj
dices que quieres envolver tus huesos
dentro de los míos,
hasta que sean sólo uno
dices que esto será un milagro,
que sólo así morirán las moléculas
de horror que viven en mi medula
escucho tus gritos por la noche,
escucho tus gritos en la tv, en la radio,
en la fibra óptica bajo mis pies
¿y se supone que no haga nada?
quieres salvarme,
porque no ti
Tengo miedo,
pánico,
un sabor metálico
en la boca
amigo mio,
temo que
la respuesta nos la han
estado susurrando
hace rato y no hemos querido,
o no hemos podido,
escuchar
que el estado
natural del hombre
no es otro que la
estupidez.
En el juego real,
donde nos hacemos
las peores heridas
ahí el único dolor,
a pesar de los años,
sigues siendo tú
no hay herederos
a tu sangre,
no hay ruletas
en las sombras
de tu razón
somos hematomas
de la misma mentira
porque corremos
por el camino
de palabra,
te regalo
lo único que
nunca vamos a tener,
al menos si somos
honestos:
calma
No entendimos nada
es mi conclusión
diré en honor a la verdad
que las cosas fueron así:
apareciste
desnuda,
portando tu
espada
manchando de sangre
mi vieja alfombra
me acuerdo cuando eras
el acecho,
como una estatua de sal,
pero honesta
hoy contemplas a los
caídos con falsa
&
Pido perdón porque
mi corazón no es puro
pido perdón porque
mis intenciones no son claras
pido perdón por las
traiciones que he de cometer
he avisado cada uno de los
males que voy
a traer a este mundo
nadie los cree,
eso aumenta mi culpa
¿puedo impedir lo que haré?
no
es que el bien y el mal
son cuentos para las viejas,
los justos, para los príncipes
en la belleza del verano
Giovanni vino hoy,
el pobre idiota cree que inteligencia
y manipulación es lo mismo
todo eso que ha conseguido en las camas
de sus amantes
jamás será tan valioso
como el silencio de los sirvi
Todavía me acuerdo
de todas las veces
en tratamos de
hacer lo correcto
pero seguimos juntos
porque estábamos
condenados a ser nosotros
mismos
pero se cumplen los plazos
de levantan las penas
y quedamos vacíos
de libertad.
De todas las diligencias
idiotas que he emprendido
nada ganará en inutilidad
al soñar contigo
el asirte sin asirte
el esperarte sin esperar
este poema no aspira a
ninguna utilidad tampoco
salvo el ser espantapájaros
al delirio de la esperanza.